Construyendo nuestro camino…

Las grandes historias están compuestas por numerosos capítulos: breves, densos,intensos, o sencillos,
pero todos ellos siguen un mismo CAMINO…

A veces está claro y definido, otras veces nos toca leer entre líneas, y otras nos encontramos con que algo está abierto, sin terminar, o que incluso no ha comenzado y es un inmenso laberinto; pero dicho camino, siempre será llegar al final. Como dijo Borges: Un laberinto es una casa labrada para confundir a los hombres; su arquitectura, pródiga en simetrías, está subordinada a ese fin”. Pero lo bueno de nuestro día a día, es que cada uno de ellos, es una nueva oportunidad para empezar a construir cada una de nuestras historias y encontrar nuestra propia y personal SALIDA.

Nuestra Residencia Escolar, Rancho Colores, también tiene su historia, y ésta la conforman cada una de las personas (alumnado, directivo, profesorado, etc), que han velado año tras año entre sus muros por su correcto y fructuoso desarrollo y funcionamiento. En el año 1983, surge la Residencia como una iniciativa de la Junta de Andalucía para alojar alumnado sordo de toda la provincia, procedentes del CEE Sordos Anexo. Esta aventura de aprendizaje y convivencia no había hecho más que empezar, y pronto, con la llegada de nuevos cambios en el alumnado (disminución de nuestros miembros; posibilidad de transporte escolar a sus localidades) y con la perspectiva de crecimiento y enriquecimiento, pronto todos consiguieron escucharnos, pero con el corazón: nosotros queríamos más, queríamos marcar la diferencia, o al menos, intentarlo.

Así, unos años más tarde, pero mejor consolidados, la Consejería de Educación modificó el uso de nuestros espacios, incluyéndolos en la red de residencias escolares de la Junta de Andalucía, y esbozando aquello en lo que hoy nos hemos convertido. En la actualidad, nuestra Residencia está destinada a todos aquellos estudiantes de la provincia que cursan su oferta educativa en Jerez de la Frontera, en concreto, los Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior y bachillerato de arte, que se encuentran en situación de riesgo de exclusión social. De esta manera, nos hemos sumado a las 35 residencias existentes en Andalucía, con la vocación de compensar las desigualdades en la oferta educativa y en las situaciones familiares más desfavorecidas.

Con nuestra labor de comunicación, compromiso y cooperación, el personal educativo (haciendo siempre partícipes a las familias de la situación de nuestro alumnado: convivencia, absentismo, evolución escolar,…), se coordina con los centros docentes donde están escolarizados nuestros residentes, para realizar su adecuado seguimiento.

Sabemos que nuestro trayecto no ha sido fácil, como tampoco lo será seguir creciendo y mejorando en nuestra labor, superando todas las barreras con los pequeños recursos de los que disponemos, y por supuesto, con nuestra ilusión. Y cuando ese camino se vuelva incierto, confuso, o desconocido, casi como aquellos laberintos de los que hablaba Borges: cimientos para retener la conciencia humana, sepulcros de la mente entre los que día a día deambulamos con esmero, buscando una forma de salir, sin piedras ni espinas, nosotros estaremos para revertirlo y ayudaros a reescribir vuestra propia historia, porque

a

caminos hay muchos, lo importante es encontrar nuestra SALIDA.

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